Promover la profesionalización de músicos venezolanos, facilitando los medios y oportunidades para su desarrollo dentro y fuera del país.

Ser reconocidos por la acción y proyección socio-cultural y tecnológica en la formación de músicos profesionales e innovación en educación y cooperación interinstitucional.

Amamos lo que hacemos, y lo hacemos con compromiso, creatividad, disciplina y optimismo, nos mueve la fe y la perseverancia; nos distingue el respeto, la transparencia y la unión.

Colaboración y fraternidad.
Comprendemos que la práctica del oboe, y la práctica musical en su conjunto, es un legado de la humanidad, los orígenes del instrumento se pierden en lo profundo de nuestra historia. Reconocemos que su aprendizaje y evolución solo es posible mediante la colaboración entre maestros y aprendices, una acción que es posible en relaciones interpersonales guiadas por el amor y la pasión por la música.

Hernán Jerez Klopfer, migrante chileno, oboísta. En 1974 llega a Venezuela y acompaña a Juan Martínez en una importante y revolucionaria acción social y cultural en la ciudad de Carora. Junto a Pedro Vargas, Sergio Miranda y otros más, de la nada, con mucho esfuerzo e ingenio conformaron la primera Orquesta Sinfónica infantil del país.

Con tesón y persistencia dedicó toda su vida a la enseñanza de la música y a dejar huellas imborrables en el alma de sus alumnos y discípulos, entre ellos los oboístas: Miguel Rutigliano, Juan Martínez, Werners Arocha, Evelyn Soteldo, Andor Sironi, Daniel Riveros, Fernando Álvarez, entre muchos otros músicos venezolanos que recibieron clases con el maestro Jerez.

Luego fueron estos quienes integraron una importante escuela en Venezuela, formando intérpretes de alto nivel, contando con el apoyo de maestros internacionales como Lido Guarnieri, Diethelm Jonas, Guido Guetti, entre otros.

El Sistema Nacional de Orquestas y Coros juveniles e infantiles de Venezuela está presente en todos los estados del país, cuenta con más de 400 núcleos y alcanza a más de un millón de jóvenes y niños que se educan y forman en algún instrumento musical.

Producto de las circunstancias y la compleja realidad económica que atraviesa la nación, buena parte de los docentes y alumnos avanzados se han marchado del país y con ellos años de experiencia.

En el caso de los oboístas, la situación es la misma, carente de profesores y de los recursos necesarios para el sostén de la ejecución de oboe, pues esta depende primordialmente de la “caña”, un peculiar artefacto confeccionado artesanal y personalmente que sirve de boquilla para producir el particular sonido del oboe y que denota el carácter de la ejecución instrumental.

Los equipos y materiales para la confección de la caña son importados, estos al igual que los conocimientos y experiencia para su realización, así como la puesta a punto y ajuste del oboe, resultan estar muy escasos en los actuales momentos, al punto de limitar el desempeño de los instrumentistas.

Nuestra organización nace con el propósito de apoyar a los  músicos que requieren formación en el país y ampliar el horizonte de sus posibilidades profesionales, para continuar con legado del Maestro Hernán Jerez, fieles al empeño y determinación que ha caracterizado esta importante obra consolidada.